SGP Yoga no es solo una escuela de yoga. Es una comunidad unida de personas increíbles para quienes el yoga es más que solo una práctica – para nosotros, es una forma de vida. Cada uno de nosotros tiene su propia historia única, y ha experimentado sus propios viajes de sanación y transformación. Esto nos da la capacidad de proporcionar educación de yoga de primera calidad; no somos solo instructores, sino sanadores, maestros y guías.

Nuestra escuela de yoga como la conoces hoy no comenzó con planificación o ambición. Créelo o no, surgió espontáneamente, cuando algunas personas con ideas afines, por pura casualidad, se reunieron. Al principio, éramos solo dos – yo (Harjeet) y Camila. Yo daba clases de kundalini yoga en la Ciudad de México, mientras que Camila enseñaba yoga aéreo. Ambos éramos excelentes maestros, pero sobresalimos en categorías completamente diferentes. Mi área de experiencia era el yoga para la sanación y transformación y la filosofía espiritual, mientras que Camila era la mejor guiando a los estudiantes a través de posturas físicas avanzadas – es una experta en alineación corporal. Además, ella tiene talento para la gestión comunitaria y el marketing, mientras que yo tengo conocimientos técnicos en programación, edición de video y diseño gráfico. No nos tomó mucho tiempo darnos cuenta de que nos complementamos – y decidimos unir fuerzas y ver qué podíamos lograr juntos.

Comenzamos intercambiando conocimientos y organizando talleres conjuntos. Asistíamos a las clases del otro, compartíamos conocimientos y experiencias, y organizábamos sesiones de yoga aéreo + sanación con sonido. Estas últimas fueron muy bien recibidas por la comunidad, y esto nos animó a colaborar más. El punto de quiebre llegó cuando Camila decidió organizar una formación de maestros de yoga aéreo, y me invitó a dirigir las sesiones de teoría de yoga. Aunque solo teníamos unos pocos estudiantes, la formación fue excepcionalmente bien, y recibimos comentarios cálidos de los participantes. De hecho, poco sabíamos que este era el comienzo de algo mucho más grande.

Nuestras clases estaban creciendo en popularidad, pero queríamos hacer otras cosas también. Comenzamos a pensar en organizar retiros y formaciones de maestros de manera regular, no solo en México sino también en otros países. Teníamos un interés sustancial de nuestra comunidad, pero quedaba un problema – si comenzábamos a viajar para organizar eventos, ¿quién cuidaría de nuestra comunidad local mientras tanto? La respuesta nos llegó durante la formación de maestros. Quedamos muy impresionados por el nivel de algunos de los participantes, y así que cuando llegó el momento, los invitamos a dirigir algunas de nuestras clases. Esto resultó ser una excelente decisión – los estudiantes estaban inmediatamente felices con los nuevos maestros, y nos sentíamos confiados sobre viajar, sabiendo que nuestra comunidad estaba en buenas manos.

Rápidamente emprendimos un viaje a Colombia y organizamos un retiro y una formación de maestros allí, así como algunos talleres más cortos. No siempre fue fácil, pero a través del trabajo duro y la determinación, lo hicimos funcionar. En este punto, nos dimos cuenta – vaya, realmente está sucediendo. Tenemos una comunidad de estudiantes, un equipo de maestros increíbles – solo necesitamos formalizar todo esto en un negocio. Y eso es lo que hicimos. Creamos un sitio web, abrimos una empresa en México, y comenzamos a coordinar nuestros esfuerzos como equipo. Al momento de escribir este artículo, lo único que realmente falta es encontrar un espacio propio – pero por ahora, estamos contentos de rentar otros lugares y organizar nuestras sesiones allí.

Estamos emocionados de ver qué nos depara el futuro. Toda la experiencia fue inesperada – tanto Camila como yo hemos pasado años enseñando yoga, y sabemos lo difícil que es ganarse la vida con ello, mucho menos abrir tu propia escuela. Estamos eternamente agradecidos por el apoyo que todos nos han dado – y les aseguramos, tenemos grandes planes para el futuro.

Gracias por estar en este viaje con nosotros.

Con Amor,

Harjeet & Cami